El deporte, en especial el fútbol, es algo que une al mundo entero. Todos sentimos una gran pasión, alentamos, queremos ver a nuestro equipo ganar. Pero también vivimos el fútbol de manera diferente. Lo vivimos dependiendo de nuestra cultura.
Mucho se habla de los japonés y de los alemanes. Unos recogiendo la basura después del partido, los otros felicitando a sus rivales por la victoria sobre su equipo. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de algunos aficionados de nuestro país. Hemos recibido imágenes y videos lamentables de muchos aficionados mexicanos en la justa mundialista.
Desde el que quemó la bandera alemana, hasta el que la utilizó con una denotación sexual. Desde los que utilizan la fiesta de la selección y el video de un ex-jugador para «alentar» a la selección, hasta los que siguen gritando a todo pulmón ese grito que nos han pedido millones de veces que dejemos de hacer. Muchos no verán problemas con algunas de las cosas que menciono aquí, por que están sumergidos en esta realidad en el día a día. Se albergan en el «todo el mundo lo hace,» «no seas exagerad@» o el famoso «no pasa nada». Pero se equivocan: No todo el mundo lo hace. No es exageración. Y si pasa algo. Es más fácil decir «así es nuestra realidad» en lugar de tratar de cambiarla. Yo ya no quiero escuchar como denigran a las mujeres. No quiero escuchar como denigran a nadie. Y quiero que esto aplique no solo en el fútbol, sino en la vida de tod@ mexican@.
Algunos dicen que el fútbol es un problema que afecta a nuestra sociedad, pero no es así. El fútbol es un factor de cambio si lo utilizamos para traer cosas positivas a nuestra cultura: el trabajo en equipo, el honor, la unión y la importancia de luchar por la victoria. El fútbol es una pantalla en donde demostramos al mundo quienes somos. Así que, México querido, demuestra tu grandeza.
P.D. Una mención honorifica a tod@s aquellos que están utilizando el fútbol como factor de cambio, especialmente a a la Wera Kuri y su gran proyecto, Fut Sin Género.