Hace un año Thomas Vermaelen estaba siendo presentado en el Camp Nou como nuevo refuerzo. Era muy importante para el equipo reforzarse bien debido a que no iban a poder fichar durante un año por la sanción impuesta por la FIFA. Con lo que no contaba el equipo es que esté refuerzo también iba a tener que esperar un año para poder jugar. Una lesión lo alejó de las canchas. Y eso fue motivo de burla para muchos. Entre memes, artículos y columnas, Vermaelen fue utilizado para demostrar los defectos del Barcelona. Más que una burla al jugador, era una burla a la institución.
Al ver las celebración del equipo al ganar el triplete, vimos como el número 23 no celebraba. De nuevo, su manera de reaccionar fue utilizada como burlas. Pero, ¿cómo iba a celebrar esas tres victorias a las que no contribuyó? ¿cómo proclamarse campeón cuando nunca sudo la camiseta del Barcelona durante esté periodo? Estamos acostumbrados a ver muchos futbolistas celebrar cuando no han aportado nada, pero Vermaelen demostró no tener la actitud de muchos de ellos.
No puedo entrar en la cabeza del jugador, pero probablemente ver esos trofeos levantándose en el aire y escuchar los gritos de celebración le sirvió de inspiración. O tal vez no. Pero lo que si sabemos es que en estos pocos partidos que lleva en el Barcelona, ha dado una presentación solida y de confianza, como si nunca hubiera estado lesionado. Y hoy dio un gran aviso de compromiso y de talento. Metió el gol que le dio el triunfo al Barcelona ante el Málaga, en un juego más que trabado en donde la impotencia por marcar gol empezó a pesar. Pero Vermaelen, con esa serenidad que aparentemente lo caracteriza, se convirtió en un héroe.
No quiero dar conclusiones ni pensar en escenarios en el futuro. Pero lo que si quiero es ver a Vermaelen sonreír la siguiente vez que el Barcelona levanté una copa. Por que ahora si, será parte de un equipo que está marcando época.