El escenario ha cambiado para la Selección Nacional de México. Atrás han quedado los abucheos, los reproches, las dudas (incluidas las mías) y hemos dado paso a la euforia y a la confianza plena. ¿Cómo pudimos cambiar de un extremo al otro en cuestión de días? ¿Por qué le ganamos a Alemania? No es solo por eso. El cambio viene por como le ganamos a los teutones. El «si se puede» ya no es un cliche, si no una realidad que vimos en los 90 minutos de magia que nos regaló el Tri y que creemos que vamos a ver en los partidos que vienen.
Lo que vivimos el domingo fue una confirmación de lo que muchos sabíamos le faltaba a México: un cambio de mentalidad. Siempre hemos tenido jugadores sumamente talentosos que tienen todo para triunfar, pero el miedo y la barrera mental que han demostrado los protagonistas en la cancha (y los periodistas y fanáticos también) durante el famoso cuarto partido ha superado al talento y la determinación. Ha superado la confianza. Ha superado la alegría del juego. Pero llegó un entrenador con una actitud diferente, con un estilo de juego, con una frase que ha sido clave para que los jugadores hayan cambiado el chip: Jugar por el amor a ganar y no por el temor a perder.
¿Por qué estoy hablando ya de un cuarto partido si faltan dos más antes de ver si llegamos a esa instancia? ¿Cómo puedo pensar solo por lo visto en un partido que podemos llegar más lejos de lo que nos imaginamos? No quiero pecar de seguridad por que, como nos ha demostrado este Mundial, el fútbol esta lleno de sorpresas. Pero tampoco quiero ser demasiado precavida y no hablar con confianza. Si mi equipo confía, yo también confío. Si Chicharito y 22 más creen esto, yo también lo creo.
– ¿Por qué no podemos ser Grecia en la Eurocopa o Leicester en la Premier?
– Porque Alemania está en el grupo. Lo tiene asegurado.
– ¡Pero imaginemos cosas chingonas! ¿Por qué quedarnos?Bancadísimo Chicharito. pic.twitter.com/7aFFSMC32z
— Fede Lamas (@Fglamas) June 18, 2018
Los jugadores, a través de sus lágrimas, de su esfuerzo y de su lucha nos demostraron que quieren ganar el Mundial. Los mexicanos también queremos ganar. Es hora de no solo imaginarnos, sino de vivir, cosas chingonas.
Solos los que piensan en grande llegan a ser grandes …
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