El día de ayer se jugaron dos partidos importantes para el país: la semifinal de Tigres en Copa Libertadores y la semifinal de Copa Oro para la Selección Mexicana. La luz fueron los Tigres del “Tuca” Ferreti al pasar a la final de la Libertadores y en ser el 3er equipo mexicano en llegar a esta instancia.
Con un gran recibimiento por parte de la afición y una gran presentación del equipo regiomontano, los Tigres que venían abajo en el marcador (2-1) tenían muy claro lo que tenían que hacer para llegar a la tan deseada final. Desde la portería hasta el último jugador adelante, se veía un equipo organizado, que se entendía y tenían el mismo objetivo. Liderados por su nueva incorporación, el francés Gignac, junto con Damm, Aquino, Arévalo; lograron un equipo demasiado competitivo, que pudo vencer a los brasileños 3-1.
La ilusión de Tigres por alzar la Copa Libertadores está más viva que nunca, y sueñan en ser el primer club mexicano en levantar la Copa. Lo vivido en el «Volcán» fue un extraordinario partido por parte de los felinos, un baile mexicano humillando a los brasileños durante 90 minutos. El orgullo mexicano se llama Tigres y están más vivos que nunca para ir a pelear el título.
Por otro lado, nuestra Selección Mexicana jugo la semifinal de Copa Oro contra Panamá. Un partido sin comentarios pero al mismo tiempo con muchas cosas que señalar. Como lo venían haciendo desde los partidos amistosos, la Selección Mexicana no está jugando nada bien; no se tiene una idea de juego, el equipo se ve perdido, no se retiene la pelota y mucho menos se crean oportunidades de gol.
México, que había advertido que llevaba lo mejor a Copa Oro no ha demostrado nada de esto; y es que tan sólo han podido ganar un partido y frente a Cuba. El día de ayer creo que vivimos uno de los periodos más grises de nuestra selección. Un partido muy malo, sin llegadas claras de gol, sin posesión de balón y sin visión alguna. Tenía que llegar la ayuda del árbitro para que el Tri sacara a flote el partido.
Que quede claro que el error garrafal del árbitro no es culpa del equipo mexicano, Guardado tenía que meter ese penal demostrando su profesionalismo y el equipo no tiene que pedir perdón por eso. Pero ¿70 minutos, jugando con un hombre más y no se pudo marcar diferencia? Esto si es de preocuparse, de pedir perdón y encontrar una solución inmediata al problema tan grande que tiene el equipo. Creo que el Piojo y su cuerpo técnico tienen una gran tarea de sacar adelante al equipo.
México ayer dejo mucho que desear pero lo más triste es ver como el poder sobre el fútbol está manchando la pelota; CONCACAF y demás asociados origanizadores dejaron muy en claro cuál es el interés principal de este torneo. Un equipo como Panamá, que dio un mucho mejor partido a pesar de tener un hombre menos, perdió el juego de ayer porque resulta que no son un buen negocio para este torneo. México pasa a la final muy a fuerzas contra Jamaica, partido que será este domingo.
Photo Credit: Mexican Fans at Soccer City 2010 by Celso FLORES https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/
Excelente analisis de la situacion en ambos partidos. Me gusta tu punto de vista y estoy de acuerdo. Espero la proxima columna.
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