Hoy ha sido un día muy agridulce. Después de esperar con ansias durante todo el día el partido final de la Copa Libertadores, viví 90 minutos en los que la esperanza se mezclo con la tristeza. Aquel trofeo que tanto añorábamos estuvo más cerca que nunca. Y lo perdimos. ¿Cómo no estar triste en una noche así? Por tendencia, unos solo piensa en el hubiera. Si hubieran expulsado a tal, si hubiera metido tal o cual gol, si hubiera…Pero eso no sirve de nada. Sin embargo, no hablemos de los hubieran. Hablemos de lo que si sucedió.
Oficialmente, desde el 2001, soy seguidora de Tigres. Vivi aquellas dos derrotas dolorosas contra el Pachuca. Y también vivi esos momentos de angustia en el que el equipo peligraba con descender. El equipo era un total desastre. Parecía que no había salida y que estábamos condenados a seguir siendo un equipo más de la Liga. Un equipo sin chiste ni corazón. Pero por segunda vez, regreso el hijo pródigo: el gran Tuca Ferretti.
Pasaron años para que Tigres finalmente pudiera ganar el campeonato en 2011. Luego ganamos la Copa MX y estuvimos muy cerca de ganar una Liga contra el América en el 2014. Pero este año, sucedió algo mágico que nunca nos imaginamos que iba a suceder: Tigres clasifico a la libertadores. Y le dio prioridad a este torneo.
Ya era la 3era vez que sucedía, pero ahora si el Tuca Ferretti puso toda la carne en el asador, y paso lo increíble. Llegamos hasta la final. Y contra un rival que dejamos vivo en la face eliminatoria. Y como ustedes bien saben, perdimos la final. Y nos dolió en el alma.
Sin embargo, al voltear la mirada hacía atrás, me doy cuenta de que Tigres logro algo histórico. Somos el segundo mejor equipo del continente. Y muchos podrán pensar que que mediocre posición el conformarme con un segundo lugar. Pero eso es lo que hay. Y un segundo lugar, aunque este por detrás del primero, sigue delante de todos los demás. Lo verdaderamente mediocre sería nunca intentar llegar más lejos.
Hoy no se pudo ganar, pero mañana tal vez en los siguientes años si se logrará. Tigres finalmente tiene un equipo con garra y corazón. Nunca, desde hace 14 años, había visto a los Tigres jugar de esta manera. Con actitud, jugando en equipo, demostrando gran calidad. Tristemente en la final no se demostró, pero aún así, Tigres causo terror en Sudamérica.
Mañana las redes sociales estarán inundadas con crónicas y burlas. Pero querido incomparable, recuerda una cosa: tú estas por delante de esas burlas. Eres el segundo mejor equipo de America. Y solo tu puedes presumir de eso.
Gracias por todo mi Tigres, mi buen amigo.
Tigres es un GRAN equipo y su afición lo es aún más . Hay motivos para estar orgullosos de ambos . Felicidades
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