El día de ayer la Selección Mexicana jugó su segundo partido de fase de grupos frente a casi 84 mil aficionados; la sede fue en el “Rose Bowl” en Pasadena, California contra la selección de Jamaica. Después del triunfo frente a Uruguay (el cual ya está eliminado), México llegaba a su segundo encuentro como amplio favorito; sin embargo durante el encuentro nos topamos con varias sorpresas.
El once inicial presentado por Osorio era algo distinto al del partido pasado. En la portería inició Guillermo Ochoa, en la defensa hubo más cambios; Dueñas entro por Javier Aquino y Yasser Corona se ubicó en la central sustituyendo a Diego Reyes; el jugador de los “Gallos Blancos” tuvo una noche para el olvido, comprometiendo varias veces al equipo y errando la mayoría de sus pases.
En múltiples jugadas vimos cómo se vivía un carnaval en al área chica, Ochoa tuvo un par de buenas intervenciones y el resto fueron errores de los jamaiquinos. En el medio campo se cambió a Layún al lado derecho y Herrera por izquierda, quedando atrás de Javier Hernández, lo que lo hacía sentirse algo incómodo para jugar como siempre lo hace. Adelante estaba Jiménez, Tecatito y Javier Hernández, este último marcó el 1-0 acercándose al récord de Borgetti.
En términos generales fue un partido gris y algo desastroso por parte del equipo mexicano, fue un primer tiempo con mucho desorden, cero claridad y sin ninguna propuesta de juego, donde los defensas eran los que daban los pases a los delanteros y la media era inexistente. El equipo mexicano sufrió de más para derrotar a Jamaica; y es que Osorio se aventuró de nuevo en cambiar las posiciones naturales de muchos jugadores, lo cual era evidente, no sabían cómo llevar a cabo el “plan” del estratega colombiano.
Para el segundo tiempo ya hubo modificaciones donde Miguel Layún volvió a la lateral izquierda, después entró al campo el «crack»Hirving Lozano, que cambió la cara del juego totalmente en cuanto ingresó al partido. La entrada de Molina dio estabilidad en la media y así Rafa Márquez pudo estar más abajo encargado de la defensa. Jiménez dejó de ser extremo y empezó a crear varias situaciones de gol y Peralta acompañado por él y Lozano, lograron marcar el dos por cero del encuentro.
De nuevo Osorio acertó en sus cambios y con ellos pudimos ver un equipo más ordenado, con más llegadas de gol y con mucha más coordinación en sus pases. ¿Pero, por qué complicarse la vida así? ¿Por qué seguir haciendo experimentos con la alineación? Esto nos lleva a la misma pregunta desde que entro Osorio al mando, ¿Qué preferimos, resultados o formas?
Con el resultado de ayer a favor de México, llegando a sus 21 partidos sin conocer la derrota y con el “Chicharito” a un gol de igualar la marca de Jared; se llegan a olvidar los múltiples y grandes errores que vimos ayer en la cancha, los cuales nos pueden costar el torneo cuando nos toque enfrentar a rivales como Chile o Argentina. México tuvo algunos momentos lúcidos donde se pudieron anotar los dos goles y llevarse los 3 puntos, los cuales los colocan en la siguiente ronda y en la pelea por el primer lugar del grupo.
Existen varias dudas aún como la titularidad de Yasser Corona y Javier Dueñas o sobre quien debería estar en la portería; hay muchas cosas que corregir y sobre todo por definir. Hasta ahora Osorio ha sabido tomar las decisiones correctas en el momento indicado, y es lo que ha llevado a México a continuar con su racha ganadora. El próximo partido será el lunes 13 contra Venezuela donde podremos ver qué cambios presentará el equipo mexicano o si ya optará por una misma alineación, y sabremos contra quien se enfrentarán en la siguiente fase de la Copa América Centenario.
#Vamos México
Por: Grecia Macias